jueves, 23 de diciembre de 2010

La strada (é arrivato Zampanó)

Hace poco tuve ocasión de degustar una gran película, “la strada”, de Fellini. Perteneciente al neorrealismo italiano, cuenta la historia de un país devastado, arruinado y desolado por la guerra, donde los protagonistas sobreviven como pueden al legado de miseria y pobreza que ha dejado tras de si la segunda guerra mundial. En este contexto, esta película también podría ubicarse en la España posterior a la Guerra Civil. La historia comienza cuando Zampanó (soberbio Anthony Quinn) compra a Gelsomina por 10000 míseras liras, al quedarse esta huérfana de padre. Así pues, van vagando en una destartalada motocicleta con chiringuito y carpa detrás, donde Zampanó realiza su número (romper una cadena de hierro con la fuerza de sus pulmones), una y otra vez. Es Zampanó un superviviente más, un hombre agresivo y brutal con tendencia al alcoholismo, mientras Gelsomina intenta evadirse de la triste realidad que le ha tocado vivir recurriendo a su ingenuidad y su imaginación, como contrapunto al personaje de Zampanó.
Surge entre ellos un conato de enamoramiento zanjado rápidamente por el orgullo y la soberbia de Zampanó y la timidez de Gelsomina, que mantiene su fidelidad a Zampanó por encima de los límites que le marca su conciencia.
Ambos comparten una profunda soledad y una vida de marginación y desarraigo allá por donde van. En mi opinión es sintomática la frase que Gelsomina repite varias veces: “Si yo no me quedo con él, ¿quien lo hará?”.
Su recorrido por Italia les lleva a los lugares mas variopintos, visitando incluso un convento y uniéndose temporalmente a una compañía circense, en la que no cuajarán debido al enfrentamiento del pendenciero Zampano con uno de sus miembros.
Y sobre todo, esta el simbolismo de la película, su magistral manejo de los pequeños detalles.
La soberbia banda sonora es de Nino Rota. La melodía central, que se repite a través de la película presenta una progresión desde cuando Gelsomina la balbucea al inicio de la película, hasta que la misma cierra la película. Asimismo, la playa es lugar de encuentro y despedida, donde los personajes comparten sus anhelos y esperanza, aunque también al final se convierte un lugar para el duelo. Asímismo, el camino se puede interpretar como la eterna busqueda un futuro prospero, pero que no traerá mas que nuevos problemas a los protagonistas y la certeza de saberse sometidos a una espiral de pobreza y miseria. En esta linea, también resulta llamativo que los miembros del circo y espectaculos ambulantes, cuya misión es divertir y entretener, hacer que la gente olvide sus problemas cotidianos se definan ellos mismos como los más pobres y desesperados entre los pobres.
Ganó el Oscar a la mejor película extranjera y fue nominada al mejor guión. Sin duda, gracias a la soberbia interpretación de Zampano por Anthony Quinn y a la no menor genial actuación de Gelsomina (Giuletta Masina).
En mi opinión una película imprescindible, con multitud de detalles por descubrir, una banda sonora esplendida, una buena fotografía en blanco y negro, dos actores en estado de gracia ¿hay quien de más?, señoras y señores, acomódense, è arrivato zampanó.
Y por cierto, aprovecho para felicitar la Navidad a mis escasos lectores.

jueves, 14 de octubre de 2010

People is not polite

Con motivo de las fiestas del Pilar, la casa de las culturas de Zaragoza organizaba una jornada temática sobre Brasil. El programa incluía una exposición audiovisual y una charla a las 19:00 y una degustación gastronómica y una exhibición de capoeira para terminar. Como quiera que el tema me interesa, y el programa tenía buena pinta allá que me fui sin pensármelo dos veces. Al llegar, nos encontramos que los maestros de ceremonias eran una pareja bastante peculiar. Un argentino dando una conferencia sobre Brasil y una brasileña. Debo decir que el argentino fue de lo poco salvable de la charla. Reconozco que me encanta el acento argentino, lo que unido a su capacidad dialéctica intentaba hacer la charla lo mas amena posible, con más voluntad que acierto. La carioca fue otro cantar, lo cierto es que parecía tener algún problema con el guión de la conferencia, no se sabe si por falta de dominio de la lengua de Cervantes, o bien estaba hecha un flan. Yo me inclino a pensar que fue una mezcla de las dos cosas. A mi entender la charla estuvo mal enfocada, pues la mayor parte del tiempo se limitaron a leer datos numéricos sobre Brasil (población, superficie, porcentaje de razas, etc..), lo que resto dinamismo e interés a la charla. También sucedió un hecho, cuando menos curioso, cuando empezó a sonar un teléfono móvil. Mientras los asistentes se miraban unos a otros buscando al culpable, el argentino dijo: “discúlpenme señores, pero mi teléfono esta sonando y debo interrumpir la charla para contestar”. Reconozco que no recuerdo ninguna anécdota parecida en ninguna conferencia a las que he asistido.
Aunque el plato fuerte estaba por llegar. La degustación gastronómica consistía en una feijoada, esto es, un típico plato brasileño consistente en un estofado de judías acompañado por arroz. Se nos dijo que debíamos guardar una fila, pero lo cierto es que nadie se encargo de ello, y como suele suceder en estos casos, el parecido de lo que se formó con una fila era mera coincidencia. Como es natural, en cuanto empezaron a servir la feijoada, hubo un espectáculo mas propio del reparto de comida en el campo de refugiados de un país del áfrica subsahariana que de un país desarrollado. Empujones, gente colándose a doquier, improperios e incluso conatos de agresiones. Ante tal panorama, en medio de la marea humana que me rodeaba intente esforzarme por llegar a la mesa. Cuando estaba a punto de alcanzar mi objetivo una señora cuarentona me increpo, ante mi estupor, diciendome que si quería coger algo debía ponerme en la fila como todo el mundo. ¿Que fila, señora?, fue mi respuesta. Ante su insistencia me limite a señalarle: “no querrá que en este caos, donde mucha gente se estaba colando por doquier, fuera a ser yo el único que guardara cola civilizadamente, y tuviera que colocarme el último, cuando había sido uno de los primeros en colocarme en la fila”.
Finalmente conseguí mi objetivo, aunque la degustación nos tenía preparada un última sorpresa. Cuando la comida había aplacado a las masas, y era posible pedir un segundo plato sin el riesgo a quedar aplastado entre la multitud los platos de plástico se acabaron. El resultado fue que aproximadamente sobro la mitad de la comida por la que hasta hace poco la multitud había peleado sin cuartel.
A la cabeza me vino un articulo de uno de mis escritores más admirados (Arturo Perez Reverte) en el que describía a los españoles como un pueblo capaz de acuchillarse con saña por unas lindes, un yo te he mirado mal o un plato de comida, para luego caer en la apatía y el inmovilismo más absoluto cuando algún gobernante decide hacer de las suyas y cargarse de un plumazo derechos sociales conseguidos a lo largo de los años. Nos viene al pelo aquel dicho: primero vinieron a por los intelectuales, pero como yo no era intelectual no hice nada. Después vinieron a por los judíos, pero como yo no era judío no hice nada. Y un día vinieron a por mí, y entonces intente rebelarme pero ya era demasiado tarde. Y así nos va.

sábado, 15 de mayo de 2010

Cabiria



Recientemente había visto en un libro recopilatorio sobre las 100 mejores películas de la historia del cine el título de Cabiria. Llevado por la curiosidad, al ser un título desconocido para mí vi la película llevándome una grata impresión. Cabe decir que si hace poco comentaba que los musicales no son mi debilidad, el cine mudo en cambio, si es una de ellas. A la mente me vienen varios títulos míticos como “El gabinete del Doctor Caligari”, “Nosferatu” o la ya comentada en este blog, “Metropolis”. Y es que a mi entender, los clásicos del cine mudo, no solo envejecen bien, sino que el paso del tiempo las convierte en obras maestras, irrepetibles después a pesar de que el cine de hoy en día maneja unos medios materiales y económicos enormemente superiores a los empleados en estos tiempos.
Cabiria es un título inedito en España, dirigida en 1914 por el director italiano Giovanni Pastrone. Esta película es una perfecta fusión entre la mejor tradición del cine mudo con el cine colosal o peplum, a semejanza de grandes títulos como Ben Hur o Quo Vadis. Cuenta la historia de una pequeña joven romana (Cabiria), que huye en barco cuando el Etna entra en erupción. Posteriormente es raptada por piratas fenicios y vendida al sumo sacerdote Khartalo en el mercado de Cartago, para ser sacrificada como ofrenda al poderoso Dios Moloch. Paralelamente a esta historia, también aparecen las guerras púnicas entre Roma y Cartago. Gracias a esta película descubrí a dos personajes históricos como Masinisa y Sofonisba.

Masinisa era un rey numida, originalmente fue aliado de Cartago, junto con el general Asdrubal, derroto al también rey numida Sifax. Sin embargo, posteriormente Masinisa desertaría y colaboraría con los romanos hasta el punto de tomar parte en la batalla de Zama, junto al general romano Escipión.
Sofonisba por su parte era la hija del general cartagines Asdrubal. Inicialmente prometida a Masinisa acabó casándose con Sifax en el juego de alianzas durante la Segunda Guerra Púnica. Tras la batalla de Cirta, cayo en manos de Masinisa. Parece ser que sus encantos eran tales que Masinisa prometió perdonarla y no entregarla a los romanos casándose con ella. Sin embargo, Escipión insisitió en su entrega por lo que Masinisa le entrego un cuenco de veneno que ella tomó sin dilación para librarse de la humillación de acabar siendo una esclava de Roma.
Entrañable es también el actor que da vida al gigantón Maciste (Bartolomeo Pagano), reclutado entre los estibadores portuarios y cuyo papel en Cabiria le lanzaría a la fama.
Pastrone pone toda la carne en el asador, explotando todos sus recursos. La puesta en escena es grandilocuente y secuencias como el paso de Siracusa o la imagen del templo de Moloch donde Cabiria espera ser sacrificada son mas que meritorias teniendo en cuenta que la película roza los 100 años de antigüedad. El rodaje se llevo a cabo en Sicilia, Túnez y los Alpes, utilizando inmensos decorados y miles extras.
También hay quien ha visto en esta película un reflejo del expansionismo italiano en plena época del colonialismo, tras la reciente conquista del imperio otomano de posiciones italianas en Libia en la guerra italo-turca.
Recientemente me referí a West Side Story como una película bastante sobrevalorada. En este caso tengo que hablar de una película claramente infravalorada o en todo caso, muy adelantada a su época. De hecho en 1914 el cine daba sus primeros pasos, cuando aun no existían ni los premios Oscar ni los globos de oro, entre otros.
Años más tarde, el genial Fellini rendiría un merecido tributo a este filme, al titular una de sus películas como “Las noches de Cabiria” (Le notti di cabiria). Recomendada para los amantes del buen cine e imprescindible para los que les guste el cine mudo.

lunes, 22 de febrero de 2010

Tiempos modernos, tiempos de siempre



Esta semana tuve la ocasión de “degustar” otra joya del cine mudo. En este caso se trata de la película “tiempos modernos” de Charles Chaplin. Lo que desconocía de Chaplin es que parece ser que el mismo se encargó del guión, dirección y música de la película, ademas de ser el protagonista con lo cual se consagra como alguien extraordinariamente polifacético.
El contexto histórico de la película (1936), nos lleva a los años de la Gran Depresión en Estados Unidos, vamos algo parecido a los tiempos que corren, pero a lo bestia. Las fábricas estaban empezando a adoptar el sistema de trabajo en cadena, algo monótono y estresante que convierte a las personas no en seres humanos, sino en simples piezas de un complejo engranaje que son desechables cuando se estropean. Tengo que reconocer que me sentí identificado en parte con la película. Me trajo al recuerdo una de mis primeras experiencias laborales. Lo conseguí mediante una ETT, y la fabrica se llamaba Pipelife, allá por el año 2001 o 2002. El trabajo era simple a mas no poder, se trataba de sacar piezas de plástico según salían de unas maquinas y colocarlas ordenadamente en cajas de cartón. Recuerdo que me toco atender 3 maquinas a la vez. De vez en cuando alguien venía a echarme una mano, pero la mayor parte del tiempo me las tenía que arreglar yo solo. Recuerdo que ir al servicio fuera de las pausas estipuladas era todo un ejercicio de ingeniería, y eso que el servicio se encontraba a 10 metros escasos de mi puesto de trabajo. Había que calcular el momento justo en el que las tres maquinas te darían un respiro (de unos 30 segundos), entrar raudo en el lavabo a poder ser con la cremallera bajada para no perder tiempo, y volver lo antes posible. Creo que duré 2 semanas, después no tengo muy claro si prescindieron de mis servicios o yo no puse ningún interés en renovar. Para acabar con la anécdota creo que me pagaban unas 6000 pesetas de las antiguas, que en su momento me pareció un sueldo razonable. Pero en mi ingenua candidez, no comprobé que en esas 6000 pesetas iban incluidas las pagas extraordinarias, las vacaciones y una retención del 2% a hacienda, lo que significa que de haber estado todo el año trabajando en esas condiciones, las arcas públicas me hubieran reclamado el año siguiente al hacer la declaración una cantidad superior a mi sueldo de mas de un mes.
Vicisitudes laborales aparte, en la película un obrero que trabaja en una cadena (Chaplin), acaba perdiendo el juicio desquiciado por el ritmo frenético de la misma. Después es encarcelado por participar en una manifestación obrera en la que se encontraba por casualidad, sin duda un toque genial Chapliniano. Al salir de la cárcel, conoce a una joven huérfana que se gana la vida como ladrona de poca monta, y acaban por irse a vivir juntos, mientras Chaplin prueba suerte en algún trabajo más.
A pesar de que el cine sonoro estaba instaurado desde hace más de una década, Chaplin apuesta por una película muda, con algún efecto de sonido, y realmente maneja la situación con maestría.
Sin duda la critica irónica a la sociedad industrial esta presente en todo momento. Movimientos mecánicos y repetitivos hasta la nausea. Maquinarias complicadísimas cargadas de palancas, correas, engranajes y botones. Todo controlado para que la cadena no se rompa y los indices de producción lleguen al máximo. A ello se enfrentara un ingenuo Chaplin, que al perder la razón se comportara de manera infantil, metiéndose en situaciones esperpenticas, absurdas y realmente cómicas. A lo largo de la película Chaplin probara suerte en otros oficios, pero no me parece ético adelantar nada más acerca de su argumento. Para quien no la haya visto podría ser toda una revelación y no hay que estropearle la sorpresa. Simplemente diré que a pesar de las situaciones comicas que se producen frecuentemente se esconde una cruel realidad. La de dos personas que viven en la miseria y que apenas tienen con que salir adelante, salvo con unas buenas dosis de optimismo y buen humor. Hace unos días comentaba que Fritz Lang era un visionario por adelantar el futuro en su película “Metropolis”. Chaplin no se queda atrás. Es posible que no hayamos cambiado tanto en 70 años, que las multinacionales sigan campando a sus anchas haciendo literalmente lo que les da la gana con sus empleados. La película guarda varios momentos memorables que dejare que quien quiera lo descubra por si mismo. Estamos ante otra obra de arte en la que el paso del tiempo no le afecta en absoluto, una lastima que fuera la última en la que Chaplin nos deleito con su entrañable personaje de Charlot.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Mis peliculas de culto II: Metropolis de Fritz Lang


Casi un año después hoy retomo la sección “Mis películas de culto”.Alucinógena. Cautivadora. Brillante. Visionaria. Original. Estos serían alguno de los adjetivos que describirían esta película de Fritz Lang. El cine mudo siempre ha sido una de mis debilidades, aunque en este caso lo de cine mudo no es del todo cierto, ya que la banda sonora de Metropolis es de una belleza notable. Además, para añadirle un cierto aire de misticismo a la película, se considera que un cuarto de la misma se ha perdido y es irrecuperable. Una verdadera tragedia si tenemos en cuenta ademas que se estrenó en 1927, así que difícilmente se podría reconstruir la parte que falta de la película con testimonios de espectadores que recordasen la versión original.
La historia trata de una megalopolis en el año 2000, en el que la división de clases es llevada hasta el extremo. Hay una minoritaria clase solvente, dirigente e intelectual que habita en la zona superior de la ciudad, mientras que la mayoritaria clase obrera mísera y oprimida se ve relegada a vivir en el subterráneo de la ciudad. Una clase y otra no entablan el menor contacto, a no ser a través de intermediarios.
El propietario de la ciudad es Johhan “Joh” Fredersen, vive en un a opulento rascacielos llamado Babel, desde el que domina toda la megalopolis. En el subterráneo se encuentra una mujer llamada María, una figura carismática y pacificadora que insta a los trabajadores a tener paciencia. Fredersen descubre las actividades de María y temiendo una rebelión de los trabajadores pide ayuda al científico Rotwang, el cual fabricará un robot que tendrá la misma apariencia de María. Sin emargo, lo que desconoce Fredersen es que el robot creado por Rotwang, contiene el espíritu de Hel (ex-mujer de Rotwang, que tuvo una aventura con Fredersen y que falleció al dar a luz). Despechado por esto, Hel (o el doble de María), incitará a los trabajadores a una violenta revuelta llevada a cabo en medio del caos y de la destrucción.
Cabe decir que los decorados de la película recuerdan a la mismísima Blade Runner, y uno se pregunta como es posible que Fritz Lang creará un universo modernista, cuyo patrón seguiría utlilizandose..... CASI 60 AÑOS DESPUES. Realmente fascinante.
También son frecuentes las referencias bíblicas. La torre desde la que Fredersen domina su ciudad se llama Babel. El nombre de la predicadora a la que escuchan los obreros se llama María. Aparecen referencias a los 7 pecados capitales. También hay quien ha visto en la película una alegoría del comunismo, con la lucha de clases, y no le falta razón. Mientras la clase dirigente, nada en la opulencia y el lujo, los obreros trabajan en condiciones infrahumanas, sufren accidentes y cuentan con jornadas laborales agotadoras. Mas de 80 años después de las película, nos encontramos con que el sistema capitalista deriva en que unos pocos vivan una vida de lujo sin desenfreno, mientras la gran mayoría obtiene lo justo. Cierto es que las condiciones de vida de la clase media han mejorado notablemente, sanidad, educación, etc.. Pero no resulta darse cuenta de que el funcionamiento de la sociedad actual no es tan distinto al que se describe en Metropolis. Incluso me atrevería a decir que Metropolis refleja el mito de la caverna de Platón. Mientras la clase intelectual, vive en fastuosos jardines, con grandes panoramicas (mundo de las ideas), los obreros viven en lúgubres subterráneos en condiciones infrahumanas (mundo de las sombras).
La película tuvo una fría acogida por parte del público en su estreno en 1927, sin embargo posteriormente lograría el máximo reconocimiento al ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (hecho que me parece totalmente merecido). Son películas como estas las que te reconcilian con el séptimo arte. A quien le guste el cine mudo, o simplemente el buen cine y todavía no la haya visto no sé a que esta esperando.

lunes, 1 de febrero de 2010

I carrera del Roscón



El pasado viernes 29 de enero se celebró la primera edición de la carrera del roscón. Una excelente iniciativa y una gran noticia para todos aquellos a los que una marathon o media marathon nos viene algo grande, y que con la desaparición de la clásica Carrefour nos habíamos quedado sin referencias. El club organizador “Os andarines de Aragón”, es el mismo que viene organizando las andadas populares (redolada y jorgeada entre otras), resulta muy loable que hayan decidido iniciarse en el mundo del atletismo.
Lo cierto es que también implica algo de valentía organizar una prueba de atletismo en Zaragoza en pleno mes de enero. A las gélidas temperaturas, es probable que se una el clásico y molesto cierzo, con lo que la prueba se convierte en un ejercicio de fuerza de voluntad. Sin embargo, la respuesta popular fue notable con más de 700 inscritos. El día de la prueba se cumplieron los parámetros meteorológicos. No falto ni el frío ni el viento. Una temperatura de 4 grados y un viento racheado, que sin ser excesivo, incordiaba lo suyo, no lograron desanimarnos. Hay que decir, que el recorrido de 10 km, era casi plano en su totalidad, así que para alguien como yo que esta reñido con las cuestas era un punto a favor. La prueba tenía su inicio y su fin en las inmediaciones de la torre del agua, al lado de lo que fue la antigua Expo, que por cierto, presenta un paisaje desolador, aún mas cuando uno recuerda sus 3 meses de esplendor. Pero ya sabemos que estamos donde estamos, y que aquí la improvisación esta a la orden del día. No parece razonable que unas obras faraonicas cuyo mantenimiento cuesta un ojo de la cara permanezcan abandonadas con mas pena que gloria.
Reflexiones post-expo aparte, fiel a mi estilo me tome la salida con calma, la verdad es que se veía a la gente bastante preparada. Vamos que las tripitas cerveceras brillaban por su ausencia, y ya antes de empezar teníamos asumido que nuestro papel iba a ser “secundario”. Por momento me vi en el pelotón de cola, pero decidí que había que mantener la calma. Sin ser una media marathon, 10 km dan mucho de si y no convenía cebarse en el comienzo. Además tradicionalmente, siempre me ha gustado ir de menos a más. Las sensaciones eran buenas, así que poco antes del ecuador de la prueba decidí aumentar ligeramente el ritmo. El resultado no se hizo esperar, y superé unos cuantos puestos. La temperatura había subido unos cuantos grados, lo cual era de agradecer. También hubo un avituallamiento, que rechace. No quería perder unos segundos, y además como hacía mas bien fresco no era imprescindible hidratarse. El recorrido transcurría por la zona del Parque del agua, para pasar después a la margen derecha del río Ebro, para acabar cruzando lo que fue el recinto expo para volver a la base de la Torre del Agua, salida y llegada de la prueba. Logre mantener mi cadencia de ritmo, incluso volví a subirlo ligeramente en cuanto advertí que la meta estaba próxima. Me había propuesto acabar en menos de una hora, a la espera de que si mejoro mi estado físico en el futuro, pueda permitirme metas más ambiciosas. Al final lo conseguí, dejando mi tiempo en 59´ 18´´.
El objetivo estaba cumplido, así que quedaba ducharse y recoger la bolsa de corredor. Cometí el error de ducharme antes de pasar a por la bolsa, así que cuando lo hice las camisetas se habían acabado. Aún así me llevé una medalla de bronce, un pequeña bolsa de deporte, una funda para móviles con un mosquetón y un roscón (no podía ser de otra manera). La bolsa de corredor también tenía una revista de moda que no me quedo claro a que venía. Finalmente, también nos obsequiaron con un vaso de chocolate caliente con bizcochos, sabía elección sin duda. Así acabe marchándome a casa con un doble buen sabor de boca. Por haber bajado de la hora y por el chocolate caliente.

martes, 26 de enero de 2010

Noche de lobos



“Buenas lunas criaturas de la noche”. Con esta frase, cada domingo por la noche Joan Lluís Goas presentaba el espacio “Noche de lobos”. Corría el año 1990, yo aún era un adolescente imberbe, y apenas recuerdo a ver visto alguna de las películas que se emitieron a ratos. Al día siguiente tocaba madrugar para ir al instituto y por aquel entonces en lo que se refiere a acostarse era un dechado de responsabilidad. Antena 3, que era la cadena donde se emitía, prácticamente empezaba su andadura y junto con tele 5, rompía el monopolio de Tve 1 y Tve 2. Sin embargo, hace un tiempo me propuse “recuperar” las películas que se emitieron en este programa. No fue tarea fácil. Lo primero era conseguir un listado de las películas que formaron parte. Gracias a Wikipedia, conseguí el listado, así como la fecha de emisión de cada película. Fundamentalmente eran producciones de serie B con bajo presupuesto, unas mas antiguas y otras más modernas, formando un grupo bastante heterogéneo. Al ser producciones de serie B no es fácil conseguirlas, de hecho con algunas he desistido en el intento. Hay películas que por su antigüedad están cerca de ser clásicas como “El circo de los vampiros” o “The Blob”, donde un joven Steve McQueen se dio a conocer. Naturalmente se trata de una entrañable majadería que esta muy lejos de causar no solo miedo, sino algo parecido al suspense. Sin embargo, aún así el film tiene cierto aroma a cine clásico y consigue al menos entretener. “La matanza de Texas” o “Pesadilla en Elm Street” aún consiguen asustar a pesar de los años (quizás es que un servidor es impresionable). Por supuesto el tiempo no pasa en balde, y no se pueden comparar los efectos especiales con las películas que se producen en la actualidad (en el caso del cine de terror los efectos especiales son esenciales), pero Tobe Hooper y Wes Craven muestran su talento en crear un clima inquietante, con películas que apenas dan tregua al espectador.
Las películas de David Cronenberg tuvieron una amplia representación en este espacio “Rabia”, “Cromosoma 3” o “Scanners” entre otros, muestran que en los años 80 dentro de las posibilidades que había existía cine de terror de calidad.
Mención especial merece “Basket case: ¿Donde te escondes, hermano?”, o como hacer con un puñado de dolares y una buena dosis de imaginación una película al menos entretenida, para pasar el rato.
Por supuesto también hubo traspiés en la elección de las películas, cosa que no es difícil cuando se abusa de las producciones de serie B. Es el caso de “El gato de nueve colas”, película que causa espanto (por lo mala que es), risa (en ocasiones llega a ser patética), y perplejidad, puesto que cuando la vi pensaba que se trataba de una tomadura de pelo.
El programa aguanto 3 años en antena, de 1990 a 1993, y al final de cada película, el presentador Joan Lluís Goas (quizás debiéramos decir Juan Luis Goas), presentaba la película de la semana siguiente.
En el año 2003, el programa volvió (esta vez sin presentador), con películas mas comerciales. Seguramente por esto, la reposición tuvo una fría acogida y a los 3 meses dejaría de emitirse definitivamente.
Lo cierto es que echo de menos en la televisión actual la presencia de buen cine de terror. Y tengo la vana esperanza de que Juan Luis Goas reaparezca en pantalla un domingo a medianoche con 20 años más a sus espaldas. Y vuelva a decir la frase mágica una vez más: “Buenas lunas criaturas de la noche”.

viernes, 15 de enero de 2010

El puente sobre el río Kwai



En el repaso a las películas que han ganado el Oscar a la mejor película, en esta ocasión tocaba el turno a un titulo archiconocido “El puente sobre el río Kwai”.
La película cuenta la historia de un grupo de prisioneros británicos, que son obligados a construir un puente por sus guardianes japoneses. Pronto surgirá una disputa entre el coronel japones Saito, y el coronel inglés Nicholson (Alec Guinness), a cuenta de las convenciones de Ginebra que prohíben que los oficiales prisioneros sean empleados en trabajos forzados. Una gran dosis de tozudez consigue que el japones Saito claudique y acceda finalmente a la petición de Nicholson, a cambio, los prisioneros británicos se emplean en construir un puente perfecto, como lo hicieran si estuvieran en libertad.
Buena película sin duda, debo reconocer que destila momentos de gran cine, pero tampoco es menos cierto que me ha dejado un poso de decepción y de hallarme ante una película sobrevalorada, ya que los 7 Oscars que ganó en su día se me antojan excesivos. Quizás es que venía de ver hace pocas semanas atrás a Marlón Brando brillar con luz propia en “La ley del silencio”, o a Burt Lancaster “comerse” la pantalla en “De aquí a la eternidad” (otra película sobre la segunda guerra mundial). Quizás sea que en esta película se vuelve a hacer evidente el discurso patriotero (en este caso a favor de los británicos), comprensible hasta cierto punto debido al contexto histórico en que se rodó la película. Quizás la duración de la película sea demasiado larga (supera las dos horas y media) con secuencias que bien podrían haberse acortado o suprimido. Tampoco resulta muy creíble que los oficiales británicos se comporten de manera intachable en la película, como auténticos caballeros ingleses. Pase que el director fuera inglés, y no es que un servidor sea un experto en guerras pero uno se las imagina como crueles, injustas, cuya ley básica es matar o morir. Así que uno imagina que en tales circunstancias sale a relucir lo peor de la naturaleza humana y los héroes, los caballeros ingleses, el comportarse como un “gentleman” es pura fantasía salvo honrosas excepciones.
Dicho esto, como no, la película también tiene sus puntos fuertes como la música, la fotografía y su puesta en escena. Seguro que quien más y quien menos tiene en la cabeza el tema central de la película, que curiosamente, solo se canta 2 veces a lo largo de toda la película. También la película ofrece unas impresionantes vistas de la selva de Sri Lanka (antigua Ceilan). Sería injusto no mencionar tampoco el papel de Nicholson (Alec Guinness), como el perfecto caballero inglés.
Lo dicho buena película que disfrutaran los amantes del cine bélico. Al resto seguramente les resulte un poco larga.