Emocionante y disputadísimo partido de frontón, como no podía ser de otra manera tratándose de una final. A priori, siempre con el respeto debido hacia el contrario y más en una final lo cierto es que eran los rivales que prefería en suerte para jugar la final. Quizás por ser su juego algo más regular y previsible que los hermanos López. También al tratarse de una pareja veterana favorecía mi juego de largos peloteos, para hacer un partido duro que desgastara a los rivales físicamente. Antes de empezar, la consigna era clara de ir a por el zaguero.
Últimamente hemos adquirido la buena costumbre de empezar los partidos con buen pie. Hace bien poco, solíamos empezar algo despistados y luego nos tocaba remar contra corriente con épicas remontadas. Hoy había mucho en juego así que salimos con la máxima concentración. Si a eso le añadimos el acierto que mostramos en los primeros tantos, explica que no tardáramos en hacer nuestro primer parcial favorable 6-2. Nuestra salida en tromba nos llevo a marcar una diferencia de 11-6, y ahí empezó un intercambio de golpes que siempre favorece al que va delante. Estábamos marcando el tiempo del partido sin discusión, y por momentos llegue a pensar que sería un partido apacible con la lógica de no bajar la guardia en ningún momento. Aún llegamos a tener una diferencia máxima de 17-10 que hacia pensar en una victoria relativamente cómoda. Pero nadie dijo que fuera fácil, y menos en una final. Nuestra máxima ventaja coincido con nuestro bache más importante. Lazaro empezó a entonarse adelante y metió 3 tantos por lo menos a 2 paredes marca de la casa. Algún error por nuestra parte y alguna decisión arbitral discutible hizo que nos endosaran un parcial de 0-6 para ponernos el aliento en la nuca (17-16). Lazaro, consciente o inconscientemente estorbo a mi compañero en varios tantos lo que le hizo ponerse algo nervioso. Espectadores desde fuera me comentaron al final del partido que incluso pudo haber intencionalidad por su parte a la hora de molestar en algún tanto, en una táctica que rozaría lo antideportivo. Yo prefiero no pronunciarme, lo cierto es que si que se le vio algo pasado de revoluciones en algunos lances del juego. Esta claro que ere fue nuestro momento crítico. Fue el único momento en el que pensé que se nos podía escapar. Por suerte en el momento clave supimos templar los nervios y pegar otro pequeño estirón (22-17) que sería vital a la hora del desenlace final. Sin embargo aún nos tocaría otra pequeña dosis de sufrimiento. Con 24-20 mi delantero falló el único saque de todo el campeonato. Para después cerrar el partido con una pelota magistral a 2 paredes. Había pasado la friolera de 10 años desde mi última final, y nada menos que 14 desde mi primer y único titulo en un campeonato de segunda. En aquella ocasión mi papel fue algo secundario ya que jugaba de delantero con un zaguero que marcaba las diferencias. En este campeonato (modestia aparte), puedo decir que mi papel ha sido protagonista.
La actuación de mi compañero fue buena. Rápido adelante, y marcando las diferencias una vez más con su pegada. Tuvo algún error que otro no forzado seguramente debido a la presión por la importancia de la cita y a que Lazaro le descentró algo en el incidente anteriormente señalado.
Y mi actuación hoy puede catalogarse de notable. Prácticamente sin errores no forzados, llevando bien varias pelotas de izquierda (mi talón de Aquiles), pegando atrás sin complicarme la vida, y transmitiendo seguridad en una cita tan importante.
Por parte contraria también se vio un buen nivel de juego. Macipe devolvió varias pelotas muy meritorias y Lazaro estuvo bastante incisivo adelante. La opinión de los espectadores es que se vio un buen partido en líneas generales.
Ahora toca saborear el triunfo y descansar hasta mediados de octubre, fecha en que es previsible que empiece el campeonato social de otoño.
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