miércoles, 30 de septiembre de 2009

Ulises 31


De un tiempo a esta parte me he aficionado a ver alguna serie de dibujos animados que solían deleitarme en mi tierna infancia. No hay nada mas interesante que volver a ver estas series antiguas, ya clásicas, desde el prisma de unos cuantos años más encima.


Quizás, a una edad en la que se está próximo a peinar canas los dibujos animados han perdido en gran parte esa capacidad que tienen para sorprender cuando se es un niño y la imaginación es una fuente inagotable, pero aún así, es posible encontrarse con series bastante correctas, con capacidad para enganchar incluso. En esta categoría enmarcaría la serie franco-japonesa Ulises 31, emitida en 1981 y que constituye una acertada y didáctica adaptación de la mítica obra la “Odisea” de Homero. La serie comienza cuando Ulises, al bordo de su nave espacial Odiseus (un nombre muy apropiado) mata al gran cíclope, para rescatar a un grupo de prisioneros entre los que está su hijo Telémaco, lo que despertara la ira de los Dioses. El vengativo Dios Poseidón lo condena a vagar por el universo del Olimpo, hasta encontrar el reino de Hades, más alla de los Hielos Galácticos. La gran parte de la tripulación, es asimismo, condenada a hibernar hasta que Ulises encuentre el camino de regreso a la Tierra.
Ademas, de su hijo Telémaco, acompañan a Ulises en esta aventura intergaláctica el entrañable robot, Nono, ávido comedor de tuercas para saciar su apetito, y la niña zotriana Thais, cuya piel es de color azul (ignoramos los efectos que tendría en ella un prolongado baño de sol en una costa mediterranea). El hermano de Thais, Numaios, es uno de los tripulantes condenados a hibernar hasta que Ulises encuentre el reino de Hades.
Es destacable el capitulo Ulises encuentra a Ulises, en el que el Ulises futurista, se ve obligado a viajar al pasado para ayudar al Ulises “clásico” a mantener su reino, en el que la similitud con la obra inmortal de Homero se hace más que evidente.
Así como son ya leyenda, los enconados combate entre Ulises y las nave-tridente, que harán lo imposible porque Ulises no regrese a la Tierra, los constantes encuentros de Ulises con Dioses, como Eolo, o con fantásticas criaturas, hostiles en la mayor parte de las ocasiones, amistosas pocas veces, y siempre exóticas y peligrosas (el minotauro, los lestrigonos, la maga Circe, Nereo...etc.).
En definitiva, un excelente homenaje a la obra de Homero que pueden disfrutar tanto niños como mayores.

4 comentarios:

  1. Aaaaaaaaaaaaaay esos dibujos animados... aaaaaaaaaaaaaay que despacio corrian los minutos cuando esperabas que llegara la hora del episodio correspondiente.

    Aunque hay una cosa en la que no estoy de acuerdo contigo, no se tiene porque perder la capacidad de que te sorprendan unos dibujos animados... es mas, yo creo que con los años la capacidad de que me sorprendan es mayor.

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  2. Y que lo digas Dina, que recuerdos, como nos removiamos inquietos cuando se acercaba la hora de nuestros dibujos animados.

    Celebro que a ti sigan sorprendiendote las series de dibujos, aunque en mi caso el efecto es de lo mas curioso. Recuerdo a series que me emocionaron en mi infancia como Sherlock Holmes o la Abeja Maya verlas ahora y que no me supongan nada especial, sin embargo, otras series, como la mencionada de Ulises 31, me ha supuesto un pasatiempo de lo más estimulante, y en mi infancia no me enganchara como otras. Quizas es que me pillo a la edad de 5 tiernos añitos, o que se yo. Nada es inmutable, y nuestros gustos tampoco.

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  3. ¡¡¡La abeja maya!!!
    en un paiiiiiiiiis multicoloooooooooooor
    nacio una abeja bajo el soooooooool
    y fue famosa en el lugaaaaaar
    por su alegriiiiiiiiiia y su bondaaaaaaad...
    ¡¡mooooooooooooooola!!

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  4. Enorme Ulises XXXI. Hace unos años triunfaban dibujos animados basados en clásicos de la literatura como Los tres Mosqueteros, La vuelta al mundo en 80 días, Don Quijote o Ulises. Eran productos de calidad y no nos trataban como gilipollas. Seguramente por eso las recordamos con cariño.Ahora, cuando le echo un vistazo a los canales infantiles por cable me dan ganas de llorar.

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