De un tiempo a esta parte me he aficionado a ver alguna serie de dibujos animados que solían deleitarme en mi tierna infancia. No hay nada mas interesante que volver a ver estas series antiguas, ya clásicas, desde el prisma de unos cuantos años más encima.
Quizás, a una edad en la que se está próximo a peinar canas los dibujos animados han perdido en gran parte esa capacidad que tienen para sorprender cuando se es un niño y la imaginación es una fuente inagotable, pero aún así, es posible encontrarse con series bastante correctas, con capacidad para enganchar incluso. En esta categoría enmarcaría la serie franco-japonesa Ulises 31, emitida en 1981 y que constituye una acertada y didáctica adaptación de la mítica obra la “Odisea” de Homero. La serie comienza cuando Ulises, al bordo de su nave espacial Odiseus (un nombre muy apropiado) mata al gran cíclope, para rescatar a un grupo de prisioneros entre los que está su hijo Telémaco, lo que despertara la ira de los Dioses. El vengativo Dios Poseidón lo condena a vagar por el universo del Olimpo, hasta encontrar el reino de Hades, más alla de los Hielos Galácticos. La gran parte de la tripulación, es asimismo, condenada a hibernar hasta que Ulises encuentre el camino de regreso a la Tierra.
Ademas, de su hijo Telémaco, acompañan a Ulises en esta aventura intergaláctica el entrañable robot, Nono, ávido comedor de tuercas para saciar su apetito, y la niña zotriana Thais, cuya piel es de color azul (ignoramos los efectos que tendría en ella un prolongado baño de sol en una costa mediterranea). El hermano de Thais, Numaios, es uno de los tripulantes condenados a hibernar hasta que Ulises encuentre el reino de Hades.
Es destacable el capitulo Ulises encuentra a Ulises, en el que el Ulises futurista, se ve obligado a viajar al pasado para ayudar al Ulises “clásico” a mantener su reino, en el que la similitud con la obra inmortal de Homero se hace más que evidente.
Así como son ya leyenda, los enconados combate entre Ulises y las nave-tridente, que harán lo imposible porque Ulises no regrese a la Tierra, los constantes encuentros de Ulises con Dioses, como Eolo, o con fantásticas criaturas, hostiles en la mayor parte de las ocasiones, amistosas pocas veces, y siempre exóticas y peligrosas (el minotauro, los lestrigonos, la maga Circe, Nereo...etc.).
En definitiva, un excelente homenaje a la obra de Homero que pueden disfrutar tanto niños como mayores.