jueves, 24 de febrero de 2011

Murnau & Luciano Berriatua (y II)

Hace 2 semanas me dí un autentico festín cinematográfico. Mi jornada empezó con otra película de Murnau, “El castillo Vogelod”. En este caso la trama, como bien reza el título, se centra en un castillo en el que un grupo de aristócratas debaten sobre un reciente crimen que todavía no ha sido resuelto. Conforme avanza la cinta, surgen nuevas pistas que arrojan más luz sobre la identidad del asesino.
A pesar de que según la crítica no es la mejor obra de Murnau, la cinta lo tiene todo, intriga, suspense, misterio, incluso hacia el final se dan algunos giros inesperados. El resultado es una película bastante entretenida, con lo que si tenemos en cuenta que la película data de 1921, los medios técnicos en aquella época eran más bien escasos, y que fue rodada en 16 días, el resultado es bastante notable.
A continuación pasaban a emitir la película “Phantom”, también de Murnau. Entre las dos películas eran casi 4 horas de proyección, pero lo cierto es que no me quería perder ninguna de las dos. Además, el módico precio de la entrada (2 euros), invitaba a repetir sesión.
“Phantom” es una adaptación de una novela de Gerhart Hauptmann, que mediante una historia de amor no correspondido opone la sordidez del mundo proletario con el ambiente cosmopolita de los ricos.
El protagonista Lorenz Lubota (Abel) es un modesto empleado administrativo del ayuntamiento que pierde el control sobre si mismo cuando se enamora de la hija de un rico comerciante de su ciudad (Veronika), y pierde el control sobre si mismo, iniciando un camino autodestructivo que le conducirá a su infierno particular. Este proceso convertira al honrado y modesto empleado Abel en un ser maligno que cometerá actos criminales.
La película podría definirse como un drama psicológico, aunque también contiene elementos de crítica social, drama y fantasía. Las visiones oníricas del protagonista aparecen cada vez mas distorsionadas y falseadas, demostrando su desorden mental.
Así pues, tras casi 4 horas de proyección, en ningun momento se me hizo largo o pesado, lo cual es lo mejor que se puede decir en estos casos.
Al día siguiente tocaba volver para ver la película “Juegos astrales” de Luciano Berriatua. Esta es una película independiente rodada con escasos medios. Es sobre una secta ocultista que se dedica a vender viajes al mas allá. Martín, que acaba de perder a su padre, el cual era miembro de la secta se convierte en victima propiciatoria. En este caso se trata de una película menor, cierto es que estaba rodada con escasos medios, sin embargo en este caso el resultado no resulta demasiado brillante. La película se hace algo machacona y reiterativa. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso se me hizo más larga los 78 minutos de esta película que las casi 4 horas del día anterior. Más interesantes se revelaron los 2 cortos que se proyectaron del mismo director antes de la película, “El hombre de palo” y “El método del Doctor Alquitran y del Profesor Pluma”.
Mi particular semana cinéfila se cerro el sábado con la película “El último”, también de Murnau. Es la historia de un portero de hotel que se ve degradado cuando pierde facultades a mozo de los lavabos. Estamos ante una nueva crítica de la sociedad capitalista. Avalada por la crítica, personalmente encontré la película algo lenta. Por no haber, no hay apenas subtitulos, los cuales aparecen en contadisimas ocasiones. Estamos ante una película muda con mayúsculas. Aún así se nota el buen trabajo de Murnau, y de los técnicos, con unos decorados notables para la época. En final es bastante inverosímil, el cual no revelaré por si alguno se anima a verla.
Luces, cámara, acción.

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